La incertidumbre generada por la guerra comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha pasado factura al peso y a las bolsas de valores en México.
A pesar de la celebración del gobierno por no haber sido incluido en los nuevos aranceles recíprocos, anunciados el 2 de abril durante el evento Make America Wealthy Again, el peso mexicano sufrió una depreciación en el inicio de las operaciones de este viernes, ubicándose en 20.34 pesos por dólar, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Esto representó una caída del 2.01% respecto al cierre anterior, cuando la divisa se encontraba en 19.94 pesos por dólar e incluso se llegó a sugerir que era el regreso del súper peso.
El nerviosismo en los mercados también afectó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), cuyo Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) registró una baja del 3.58% hacia las 10:30 de la mañana. La volatilidad se debe a la incertidumbre derivada de los aranceles recíprocos, anunciados por Trump, y la respuesta de China, que elevó las tensiones en el comercio global.
Por su parte, la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) experimentó un desplome aún más pronunciado, con una caída del 36.48% en su principal índice, el FTSE BIVA.
Según el área de análisis de Banco Base, la caída de la divisa mexicana, de este viernes, representa su mayor depreciación diaria desde el 6 de junio de 2024.
El debilitamiento de la moneda se debe principalmente al aumento en la aversión al riesgo entre los inversionistas, quienes perciben un mayor riesgo de recesión global a raíz de las políticas arancelarias de Trump.
“No se descarta que continúe la volatilidad y los movimientos erráticos para el peso, ya que el riesgo no ha terminado. Trump podría seguir anunciando nuevos aranceles o quitar las exenciones sobre los bienes enviados bajo el T-MEC. Además, es muy posible que busque renegociar el tratado, en lugar de solamente hacer la revisión programada”, advirtió la institución.
El impacto de las políticas comerciales de Trump no solo se reflejó en los mercados, sino también en la postura del sector empresarial mexicano, que se encuentra dividido ante el panorama económico del país; mientras algunos advierten sobre un entorno de incertidumbre económica, otros aseguran que la situación está bajo control, como Proceso publicó el 3 de abril.
Por un lado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) enfatizó que la ausencia de México en las nuevas medidas arancelarias de Trump no es motivo de celebración.
“La imposición de un arancel base del 10% a la mayoría de los bienes importados en Estados Unidos genera incertidumbre sobre sus efectos en el comercio global”, señaló el organismo dirigido por Juan José Sierra Álvarez.
En contraste, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, minimizó el impacto de las tensiones comerciales y respaldó la estrategia económica del gobierno de la Cuarta Transformación, asegurando que las iniciativas como el Plan México, son suficientes para contrarrestar el panorama global.
“Estamos empujando muchísimo. Como nunca ha estado el sector empresarial de la mano con el gobierno empujando para que la inversión crezca en México”, afirmó Cervantes durante la presentación de la segunda parte del plan, al descartar que exista incertidumbre.