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Putin se reúne en Moscú con el líder interino de Siria, Ahmad al-Sharaa

El líder interino de Siria, que el año pasado lideró una rápida ofensiva rebelde que derrocó al expresidente Bashar Assad a pesar de los años de apoyo de Moscú a su gobierno, mantuvo reuniones el miércoles en Rusia durante su primera visita al país que dio asilo al derrocado autócrata.

En su bienvenida al presidente interino sirio, Ahmad al-Sharaa, en el Kremlin, el mandatario ruso, Vladímir Putin, elogió los vínculos históricos entre Moscú y Damasco y expresó su esperanza de expandirlos. El encuentro subraya el deseo del Kremlin de establecer una relación de trabajo con el nuevo liderazgo de Siria y asegurar su presencia militar en el país.

Assad era aliado de Rusia, y la intervención de Moscú en su favor hace una década cambió el rumbo de la guerra civil siria, manteniéndolo en el cargo hasta su rápida destitución en diciembre.

Rusia, que se ha centrado en su guerra en Ucrania y ha mantenido apenas un pequeño contingente militar en Siria, no intentó contrarrestar la ofensiva rebelde, pero ofreció asilo a Assad después de que su huida del país.

A pesar de haber estado en bandos opuestos durante la guerra civil, los nuevos gobernantes en Damasco han adoptado un enfoque pragmático en su relación con Moscú. Rusia mantiene una presencia en sus bases aéreas y navales en la costa siria y el Kremlin dijo que espera negociar un acuerdo para conservar esas posiciones. Además, Moscú habría realizado supuestamente envíos de petróleo a Siria.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el miércoles que el futuro de las bases rusas en Siria estaba en la agenda de las conversaciones.

De acuerdo con la agencia noticiosa estatal siria, SANA, al-Sharaa y Putin “discutirán acontecimientos regionales e internacionales de interés mutuo y explorarán formas de desarrollar la cooperación para servir los intereses comunes de ambos países”.

Al-Sharaa no mencionó las bases rusas en sus breves declaraciones televisadas al inicio de la reunión, pero hizo hincapié en los “vínculos históricos” entre las dos naciones y en sus “intereses comunes”, señalando que Siria sigue dependiendo en parte de la producción y la experiencia rusas, especialmente en el ámbito energético.

“Estamos tratando de restaurar y redefinir la naturaleza de esta relación”, señaló.

Putin, a su vez, elogió las elecciones parlamentarias celebradas este mes en Siria calificándolas de “gran éxito” y apuntó que contribuirán a consolidar la sociedad.

En una reciente entrevista con el programa “60 Minutes” de la televisora estadounidense CBS News, al-Sharaa dijo que las actuales autoridades sirias “utilizarán todos los medios legales disponibles” para exigir que se juzgue a Assad.

En declaraciones a reporteros el lunes, el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, hizo hincapié en que Moscú concedió asilo a Assad por razones humanitarias ya que ”él y su familia se enfrentaban a la exterminación física”. Lavrov rechazó las especulaciones de que el expresidente sirio había sido atendido recientemente por envenenamiento afirmando que “no ha tenido problemas para vivir en nuestra capital y no ha habido ningún envenenamiento”.

Una delegación rusa visitó Damasco en enero y septiembre, y el ministro sirio de Exteriores, Asaad al-Shibani, estuvo en Moscú en julio.

Para el nuevo gobierno sirio, mantener la relación con Rusia es importante para reconstruir el país devastado por la guerra y ofrece una vía para diversificar su política exterior.

Para Moscú, mantener sus bases navales y aéreas en Siria es esencial, ya que son los únicos puestos de avanzada fuera de la antigua Unión Soviética, cruciales para mantener la presencia militar de Rusia en el Mediterráneo.

Los vínculos con Damasco también son importantes para el Kremlin, dentro de sus esfuerzos para ampliar la influencia de Rusia en Oriente Medio. Moscú tenía previsto celebrar una cumbre ruso-árabe esta semana, pero Putin la pospuso para evitar interferencias con el acuerdo de alto el fuego para Gaza negociado por su homólogo estadounidense, Donald Trump.

En la entrevista con CBS, al-Sharaa señaló que “Rusia mantiene una estrecha y antigua relación con Siria, vinculada a la estructura básica del Estado y a la energía y los alimentos, ya que Siria depende en parte de los suministros rusos, así como a algunos intereses estratégicos antiguos”.