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Socavones en la CDMX, un riesgo creciente

El incremento de lluvias en los últimos meses ha revelado una amenaza silenciosa bajo las calles de la Ciudad de México (CDMX), los socavones un fenómenoquese multiplica en distintos puntos de la capital, lo que pone en riesgo tanto la movilidad como la seguridad de sus habitantes.

De acuerdo con Mario Esparza, secretario de Gestión Integral del Agua de la Ciudad de México, entre enero y agosto del 2025 el gobierno capitalino ha recibido reportes de 119 socavones, de los cuales 43 se ubican en la red primaria y 121 en la red secundaria.

El funcionario destacó que la magnitud del problema ha llevado al gobierno a intervenir directamente, incluso en zonas donde la responsabilidad recae en los gobiernos locales, ante el riesgo que representan estos hundimientos en calles principales.

“Se están atendiendo todos los socavones, a pesar de que los de red secundaria los atendían las alcaldías, pero estamos apoyando a todas sin distinción”, explicó Esparza.

Enrique Santoyo Reyes, miembro del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), explicó que los socavones son cavidades causadas por la erosión de materiales debido al flujo de agua subterránea.

“Se vuelve más peligroso cuando esto llega a la superficie y colapsa la cobertura”, advirtió.

El especialista apuntó que el sistema de drenaje capitalino, con décadas de antigüedad, ha sido clave en el aumento de estos eventos.

“Toda el agua se ha canalizado a través de tuberías de drenaje que son susceptibles a moverse y tener separaciones entre sí. El flujo de agua y la tierra entran en contacto y empieza este fenómeno de erosión”, dijo en entrevista.

Además, los hundimientos del suelo por la extracción de agua del subsuelo agravan la situación. El Colegio de Ingenieros estima que hasta el 60% del agua que se consume en la capital proviene del bombeo profundo, lo que acelera el deterioro de la infraestructura subterránea.

“Esta dislocación de tubos también se debe a las deformaciones del subsuelo del Valle de México por los hundimientos que ocurren por el bombeo profundo. Es muy importante que la ciudad optimice el uso del agua y deje de bombear del subsuelo, porque de ahí vienen muchos de nuestros problemas”, agregó Santoyo.

Las delegaciones Iztapalapa y Tláhuac son algunas de las zonas más vulnerables a hundimientos y aparición de grietas, en donde predominan suelos blandos y asentamientos irregulares.

“Es ahí donde son más susceptibles por la gran cantidad de grietas, los espesores de suelos blandos y la calidad de los materiales de construcción usados en las líneas de drenaje”, precisó el ingeniero.

Ante este panorama, especialistas han insistido en la necesidad de actualizar los mapas de riesgo con mayor detalle, los cuales deben considerar agrietamientos, velocidad de hundimiento y zonas con depósitos de materiales erosionables como arenas.

El monitoreo del drenaje profundo de la ciudad se ha vuelto una prioridad, ya que un colapso podría desencadenar bloqueos o daños estructurales severos. No obstante, el mantenimiento es costoso y requiere planeación e inversión.

“La autoridad con mucha frecuencia queda sobrepasada por el tamaño de la ciudad y por la complejidad de los asuntos. Muchas veces reaccionamos ante una catástrofe en lugar de prevenirla. Es un problema de presupuesto y, lamentablemente, algunas veces hay consecuencias en vidas humanas”, advirtió Santoyo.

Actualmente, las acciones ante un socavón son correctivas: una vez identificado el daño, se analiza el flujo de agua que lo provocó, se revisan las juntas de drenaje y, si es necesario, se reconstruyen tramos completos de las canalizaciones.

Para reparar los daños, se han utilizado rellenos fluidos de cemento o materiales compactados como tepetate, con el fin de estabilizar el terreno lo más rápido posible. Sin embargo, los expertos coinciden en que estas son soluciones temporales y que el problema requiere una estrategia integral de prevención y mantenimiento.