En la historia de la postemporada de las Grandes Ligas, un déficit de 0-3 en una serie de siete juegos se aproxima a una sentencia definitiva. Sólo uno de los 41 equipos que han enfrentado esa situación logró revertirla.
Dodgers se encuentra su hogar al sur de California con la oportunidad de un segundo viaje consecutivo a la Serie Mundial y la posibilidad de convertirse en la primera franquicia bicampeona desde los Yankees de 2000.
Este jueves por la noche, la novena californiana derrotó 3-1 a Brewers en un duelo de pitcheo y un momento de brillantez ofensiva. El punto de inflexión llegó en el cierre del sexto episodio cuando Tommy Edman conectó línea al central para enviar a Will Smith a home.
Minutos después, un wild pitch de Abner Uribe permitió a Freddie Freeman timbrar la tercera carrera y consolidar la ventaja.
Todo le está saliendo bien al manager Dave Roberts. Sus abridores siguen marcando el paso y en esta ocasión el relevo mantuvo la pizarra intacta.
Aunque Dodgers no contó con una actuación de larga duración como la de Blake Snell en el Juego 1 o la ruta completa de Yoshinobu Yamamoto, Tyler Glasnow controló a la ofensiva de Milwaukee durante cinco entradas y dos tercios, permitiendo tres hits, una carrera limpia, tres bases por bolas y ponchando a ocho.
Con esto, Dodgers se convierte en el primer equipo desde los Tigers de 2013 en registrar ocho aperturas de más de cinco entradas y dos tercios en los primeros nueve juegos de una postemporada.