La temporada se apaga en Europa y entre los números que deja el año aparece uno que no estaba contemplado por nadie en el mundo.
Isaac del Toro, quien hace 12 meses, era poco conocido en el ciclismo, escaló como tercero en el ranking mundial de la UCI.
Sólo Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, los dos deportistas que han convertido el ciclismo en una competencia privada, lo superan.
Del Toro empezó la temporada en el puesto 57. Desde ahí fue escalando y dejando que sus victorias y buenas actuaciones hablaran por él. Suma 15 triunfos en el año, la segunda mayor cantidad del calendario actual sólo por debajo de Pogacar con 20.
Su punto de quiebre fue el Giro de Italia. Lo corrió con frialdad y con piernas, dos cosas que rara vez llegan al mismo tiempo en un ciclista joven. Terminó segundo, con el aplauso de los veteranos y la certeza de que no fue casualidad. En el Mundial de Ruanda volvió a aparecer entre los mejores con un quinto lugar en la contrarreloj y un séptimo en la ruta.
El cierre de temporada tuvo el acento italiano de los clásicos. La semana pasada ganó el Gran Piamonte y terminó quinto en Il Lombardia el sábado. Esos resultados lo empujaron a los 5,314 puntos en la clasificación general, suficientes para rebasar al danés Mads Pedersen, que se quedó quieto en 5,070. Un salto de 54 lugares en un solo año.