La presidenta, Claudia Sheinbaum, afirmó que las lluvias de la semana pasada que dejaron al menos 64 personas muertas y 65 desaparecidas, así como miles de damnificados en cinco estados del país, fue un fenómeno difícil de prever y alertar a la población.
Explicó que su gobierno no contaba con indicios científicos o meteorológicos que anticiparan la dimensión de las trombas que han dejado a decenas de comunidades aisladas:
“En esta zona del país se alertó que iba a haber lluvias fuertes, pero fueron varios fenómenos los que se presentaron que generaron esta lluvia intensa que no se esperaba que fuera de esta magnitud. No había ninguna condición científica o meteorológica que pudiera indicarnos que iba a tener esta intensidad”, aseveró la mandataria.
Dijo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tiene un sistema que informa a Protección Civil de los estados y los municipios. Sin embargo, los eventos de la semana pasada se desarrollaron de manera súbita, por lo que a diferencia de un huracán o ciclón, no pudo advertirse.
Y es que, explicó que cuando se generan los huracanes y los ciclones, su formación y trayectoria puede ser monitoreada con varios días de anticipación; pero lo que sucedió la semana pasada fue intempestivo y no se pudo definir la dimensión.