Ante la inminente demolición del Teatro Manolo Fábregas, en la colonia San Rafael, el Colegio de Productores, que encabeza Rebeca Moreno, propone “abrir una reflexión pública y apelar a empresarios culturales, legisladores, autoridades locales y al gobierno capitalino para impulsar mecanismos de protección, rescate y reconversión de inmuebles cuya vocación artística los convierta en patrimonio cultural” de la sociedad.
Del histórico teatro inaugurado en 1965 por María Félix, Moreno reconoce que, “conforme al artículo 156, fracción VII, del Reglamento de la Ley de Desarrollo Urbano, la demolición del inmueble cumple con la normativa vigente, y que se trata de una propiedad privada cuyos dueños ejercen legítimamente sus derechos”.
Pero es de lamentar, dijo que “vaya a ser demolido un recinto emblemático de la tradición escénica del país. Este espacio fue fruto del trabajo, la visión y la dedicación de Manolo y Fela Fábregas, quienes lo consolidaron como un referente cultural y legado invaluable para la ciudadanía y de quienes visitan nuestra ciudad”.
Puntualizó: “En muchos países, los teatros cuentan con figuras legales de salvaguarda que garantizan su preservación; incluso, cuando se autoriza su demolición, se exige la construcción de un nuevo espacio de características semejantes que asegure la continuidad de la vida cultural. Creemos que México debe avanzar hacia políticas similares para evitar la pérdida de recintos que forman parte de nuestra memoria teatral”.
Además, “una ciudad cuya vocación cultural es motor económico, turístico y de cohesión social requiere de teatros y espacios culturales vivos, que funcionen como lugares de encuentro, de identidad y de expresión artística. Su preservación no sólo honra nuestra historia: también garantiza nuestro futuro”.
Con esta situación, dijo Moreno, “finalmente se pierde un patrimonio, un valuarte y una sala de teatro que fue una apuesta para Fela y Manolo, pues levantar este recinto para espectáculos fue un gran sacrificio para ellos. En sus últimos días, platiqué con Fela, quien falleció hace siete años y dejó el teatro remodelado y casi nuevo”.
Refrendó: “siempre perder un teatro es terrible, pero hay veces que sucede, como recientemente con el Teatro República, debido a un daño estructural; también tras el sismo se perdieron muchas salas, pero la situación contrasta cuando se trata de un recinto que está recién remodelado, es funcional y tiene tanta tradición”.
La productora comentó que ha tratado de localizar sin suerte a Manolo Sánchez Navarro. “Sé que tiene sus motivos personales y razones poderosas para hacerlo y debe estar muriéndose de dolor por lo que significó este lugar para sus padres, pero más allá de esta situación, espero se convierta en algo positivo y avanzar en una ley que proteja los recintos culturales en la Ciudad de México y en el país. No podemos ser la Capital Cultural de América restando teatros”.
Ahora, “estamos en impulsar una ley como la de Argentina, donde todo patrimonio cultural, en caso de ser demolido, se tiene que construir otro semejante, mismas características en cuanto aforo y escenario”.
En el aviso que se observa en el teatro, “se dice que será para departamentos y nos queda poco tiempo a lo vecinos de la San Rafael de meter documentos en la alcaldía para verificar que todo esté en orden, que supongo sí lo está”.
En dicho cartel, colocado en la reja principal del inmueble, ubicado en Serapio Rendón 15, destaca que la demolición total “será de 2 mil 352.86 metros cuadrados distribuidos entre la planta baja y el primer nivel a doble altura”. Aún en su marquesina luce el anuncio de la última obra que se presentó en 2023, Todo el mundo habla de Jamie.
Del Teatro Manolo Fábregas, diversos portales han recordado que fue inaugurado el 18 de febrero de 1965 con la obra Cualquier miércoles, con Fernando Soler, Silvia Pinal, Marilú Elízaga y el mismo Manolo Fábregas. Y por su escenario han desfilado artistas legendarios como Libertad Lamarque, Mauricio Garcés, Claudio Brook, Héctor Bonilla, Raquel Olmedo, Julieta Egurrola y Mario Iván Martínez, entre muchos más.
Este reciente impacto a la comunidad y al medio artístico y cultural, también permite recordar que a unos metros, en la misma calle, existe otro recinto emblemático, el Cine Ópera, resguardado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales , órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda, el cual ha estado en el abandono desde que cerró en 1998, pero se espera que tenga mejor suerte, pues aunque aún no se revela, al parecer las autoridades planean convertirlo en centro cultural.





















