Isaac Pitbull Cruz montó su propio espectáculo. El mexicano pegó de zurda y de derecha, se divirtió, por momentos se puso de cuclillas sobre el ring y mancilló la mandíbula del estadunidense Lamont Roach Jr., quien estuvo a punto de derrumbarse en el tercer round, en un combate en el que retuvo el título interino de peso superligero del Consejo Mundial de Boxeo por empate mayoritario (115-111, 113-113 y 113-113), según las tarjetas de los jueces.
La función estelar en el Frost Bank Center de San Antonio, Texas, generó debate en el público. Primero, porque se trató de una pelea llena de intercambios constantes, en el que Pitbull pareció sentirse superior, pero Roach Jr. aprovechó su guardia baja para conectarlo varias veces en el rostro. Los impactos provocaron cansancio, momentos en los que Cruz perdió el aire, la coordinación y se vio vulnerable, luego de un inicio en el que casi logra el nocaut.
El equipo del estadunidense cuestionó la calificación de los jueces. No porque Roach Jr. haya sido un claro dominador, sino por la cantidad de golpes de poder con la que respondió a los ataques del mexicano. Pitbull no dejó de moverse sobre el cuadrilátero. Cuando vio crecer a su rival, recurrió a distraer su concentración mostrándole la lengua y retándolo de cuclillas.
Los últimos rounds depararon toda clase de recursos técnicos, ganchos, rectos, aunque ninguna otra acción que determinara un desenlace diferente para los jueces.






















